Villa de Teguise
Distancia: 1 km
Desnivel: 0
Tiempo estimado: 45 minutos
Teguise fue la primera capital de Canarias, centro político de la isla y de los primeros señores del archipiélago, hasta la Conquista de las islas de realengo, Gran Canaria y Tenerife.
Este esplendor se puede apreciar aun en sus calles y construcciones que datan de los siglos XV y XVI, promovidas por los marqueses de Lanzarote, sobre la antigua Gran Aldea, principal núcleo de la sociedad aborigen, los majos.
La plaza de la Constitución o de San Miguel es el punto de partida. Aquí podemos visitar la Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, el Palacio Spínola con su museo del timple y la cilla, antiguo almacén de granos.
Saliendo hacia el noroeste, en paralelo a la fachada de la Iglesia de Nª Sª de Guadalupe, pasamos por el callejón de la Sangre, nombre que nos retrotrae a una de las múltiples incursiones piráticas que sufrió la isla. En 1569, el pirata Calafat perpetró un matanza en esta callejuela, la leyenda dice que la sangre de los cadáveres corría aguas abajo, y de ahí su nombre.
Entramos a la plaza donde antaño estuvo la Gran Mareta, el principal depósito de agua de la isla, hoy convertido en plaza. Superándola en la misma dirección que veníamos por el lado contrario, nos encontraremos en la calle Norte que nos lleva frente a la ermita de la Veracruz, originaria del siglo XVI.
Volveremos sobre nuestros pasos, para bajar hacia la calle El Rayo que nos lleva a la calle de la Carnicería. La casa Perdomo con su portada en piedra alberga el archivo histórico de Teguise.
Frente a la casa Perdomo tomamos por la calle Correo, que nos traslada a la Plaza de Maciot de Bethencourt; tomamos la salida de la calle Santo Domingo que nos lleva al convento del mismo nombre. Hoy desacralizado, cuya iglesia es espacio cultural y el viejo convento sede municipal.
Frente al convento, hace esquina con la calle Gran Canaria la casa Castillo, con un portal encuadrado con columnas de piedra y jardín interior. Desde ahí, buscamos en dirección norte la calle Jose Betancort, donde encontramos la Casa Spínola, que esconde tras sus muros un interesante corredor interior y la presencia de personalidades de renombre vinculadas a Teguise.
La reconstruida casa del Marqués de Herrera, actualmente dependencia municipales, en la calle León y Castillo, muestra alguna piezas del original, como la portada de piedra, a la que encontramos camino de vuelta a la Plaza de la Constitución.
Saliendo de la plaza de la Constitución por la calle Herrera y Rojas, veremos el palacio del Marqués de Herrera, reconstruido en el siglo XIX en el solar original y continuando por la calle encontraremos a la derecha en la esquina con Espíritu Santo el coqueto teatro municipal, que está ubicado en la antigua ermita del mismo nombre que la calle.